miércoles, 5 de junio de 2013


                                                                          GERALD BRENAN Y SU RINCON
                                                              


 A la izquierda de la fotografía se puede ver la cabeza de D. Gerardo es su rincón favorito al lado de la chimenea, con  gorro de lana que tapaba su cabeza trabajado a mano con hilo de algodón por Carmen (la Capona), era el sitio donde se sentaba las noches de frio  Otoño e Invierno, disfrutaba con ver la lluvia, los pajarillos posarse en los barrotes de la ventana,  pasaba horas y horas, pensaba en la soledad.  Y en sus primeros años por España, Asia, África, Ect.  Su traslado al geriátrico de Londres, fue un trauma; deseaba volver a casa en la Cañada de las Palomas, me hacía mención a Juliana, y a la hija de ambos Elena posterior (Miranda Helen), a Gamel su esposa la alababa, “dicen los expertos que el chocheo como le llamamos nosotros a las personas mayores, es que recuerda más su juventud que lo que le hubiese ocurrido hace pocos días” raro era la noche o día que no la recordase. ¿Me preguntó si yo creía que él había sido “malo” con Juliana? no contesté, me recordaba a Juliana hablaba de que  era una niña y el unos treinta años, él de una familia de clase media inglesa y ella de una familia pobre deseando encontrar un trabajo, Juliana tendría 14 ´0 15 años cuando se fue de sirvienta a la casa de D.Gerardo en Yegen, me acosté con ella, “lo entendí”. Muchas muchísimas horas pasé con D. Gerardo, hablábamos, hablábamos. Con  la llegada de  persona conocida, era extremadamente educado.  “de pronto silencio se quedaba mudo”, no explicaba que le pasaba, pero instruíamos lo que le ocurría echaba de menos el correr de niños por la  casa, echaba de menos a las personas que tantos años estuvieron con él, era su pena particular, me dijo que había hecho él, “yo no contestaba”.
Esta fotografía explica su estado no es una mala fotografía es la reproducción de su vida, hubiese sufrido tanto en el geriátrico de Londres donde lo llevaron, como en su vivienda, él quería y deseaba como cualquier persona mayor estar con los suyos. ¿lo habían dejado? Él confiaba en las personas que le rodeaban. Quería estar presente o no estar; quería que se le viese y no deseaba que se lo viesen; se sienta en su rincón esperando aquello que tanto añoraba la vuelta de los suyos. No le gustaba hablar de su pasado como escritor, hispanista, antropólogo; le encanta que le ayudase a recordar con palabras su época, cuando hablaba de Francia, recordaba a su nieto. 6 de Junio de 2013: texto de Cristóbal González Ramírez.- prohibida su reproducción total o parcial.      Deseo de corazón dar las gracias a todos los que visitan este blog celebramos las 4.000 visitas Gracias de nuevo.
Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres. (Albert Einstein)