GERALD BRENAN Y SU RINCON
A la izquierda de la
fotografía se puede ver la cabeza de D. Gerardo es su rincón favorito al lado
de la chimenea, con gorro de lana que
tapaba su cabeza trabajado a mano con hilo de algodón por Carmen (la Capona),
era el sitio donde se sentaba las noches de frio Otoño e Invierno, disfrutaba con ver la lluvia,
los pajarillos posarse en los barrotes de la ventana, pasaba horas y horas, pensaba en la soledad. Y en sus primeros años por España, Asia,
África, Ect. Su traslado al geriátrico
de Londres, fue un trauma; deseaba volver a casa en la Cañada de las Palomas,
me hacía mención a Juliana, y a la hija de ambos Elena posterior (Miranda
Helen), a Gamel su esposa la alababa, “dicen los expertos que el chocheo como
le llamamos nosotros a las personas mayores, es que recuerda más su juventud
que lo que le hubiese ocurrido hace pocos días” raro era la noche o día que no
la recordase. ¿Me preguntó si yo creía que él había sido “malo” con Juliana? no
contesté, me recordaba a Juliana hablaba de que era una niña y el unos treinta años, él de una
familia de clase media inglesa y ella de una familia pobre deseando encontrar
un trabajo, Juliana tendría 14 ´0 15 años cuando se fue de sirvienta a la casa
de D.Gerardo en Yegen, me acosté con ella, “lo entendí”. Muchas muchísimas
horas pasé con D. Gerardo, hablábamos, hablábamos. Con la llegada de persona conocida, era extremadamente educado. “de pronto silencio se quedaba mudo”, no
explicaba que le pasaba, pero instruíamos lo que le ocurría echaba de menos el
correr de niños por la casa, echaba de
menos a las personas que tantos años estuvieron con él, era su pena particular,
me dijo que había hecho él, “yo no contestaba”.
Esta fotografía explica su estado
no es una mala fotografía es la reproducción de su vida, hubiese sufrido tanto
en el geriátrico de Londres donde lo llevaron, como en su vivienda, él quería y
deseaba como cualquier persona mayor estar con los suyos. ¿lo habían dejado? Él
confiaba en las personas que le rodeaban. Quería estar presente o no estar;
quería que se le viese y no deseaba que se lo viesen; se sienta en su rincón
esperando aquello que tanto añoraba la vuelta de los suyos. No le gustaba hablar
de su pasado como escritor, hispanista, antropólogo; le encanta que le ayudase
a recordar con palabras su época, cuando hablaba de Francia, recordaba a su
nieto. 6 de Junio de 2013: texto de Cristóbal González Ramírez.- prohibida su
reproducción total o parcial. Deseo
de corazón dar las gracias a todos los que visitan este blog celebramos las
4.000 visitas Gracias de nuevo.
Los grandes espíritus siempre han encontrado una
violenta oposición de parte de mentes mediocres. (Albert Einstein)