GERALD BRENAN Y SU RINCON
El punto rojo señala la casa de Brenan Gerald 1983 la c/ que lleva su nombre
El 18 de Enero
de 1968, Gamel Woolsey, fallecía, una
larga y penosa enfermedad, acaba con su vida; su marido Gerald Brenan, teme la
soledad que se le avecina, para él es el comienzo de un calvario, la casa donde
vivía con Gamel es un caserón grande,
destartalado, con muros de 0.80 metros, de anchura, en verano fresca, en
invierno una nevera, casa con el típico
huerto en su interior, no faltaba árbol
frutal, con que saborear frutas frescas. A partir del fallecimiento de Gamel,
Gerald Brenan adquiere en la zona de Ardalejos esquina a la Cañada de las
Palomas de Alhaurin el Grande la parcela
398 del polígono 14 de una cabida de 6036 m2 (una fanega). El año 1970
D. Gerardo en sus “Memorias” en la pg.
527 Nos viene a decir que ha vendido su viejo y destartalado caserón de
Churriana a un escultor americano y construida otra casa a 30 Km, en dirección
a la sierra, es mucho más cómoda que la anterior y tiene unas vistas
esplendidas a la serranía de Ronda para la nueva vivienda no necesita personal
él desarrolla las tareas de mantenimiento; no se hace mención alguna Alhaurin.
La construcción de la vivienda la
ejecuta D. José García Rueda, constructor que junto a su cuadrilla de albañiles y la ayuda
de otro empresario llamado Pedro Plaza Martín que recientemente había
constituido una empresa dedicada a la maquinaria de transporte y excavación,
junto a D. Gerardo, deciden distribuir la casa: orientación noroeste; tres
escalones de acceso, porche a la entrada en su parte superior terraza, entrando
a la izquierda, cocina comedor, a la derecha salón con chimenea y ventanales frente a ella; en el
segundo cuerpo a la izquierda su despacho y biblioteca, a la derecha un dormitorio, donde dormía Brenan y fallecía
D. Gerardo, al fondo una escalera que accedía a la parte superior y un aseo; en
la segunda planta un pequeño salón dos dormitorios y baño completo todo
acompañado de grandes ventanales; es la zona donde residía
su sobrina Linda su esposo y sus
hijos. Años después se vendía la propiedad, sin que el Ayto. De la época
hiciese nada para adquirirla se perdió la oportunidad de poseer un autentico
museo de D. Gerardo. Texto Cristóbal
González Ramírez, 3 de Mayo 2013.