domingo, 1 de octubre de 2017

Alhaurin el Grande años 50 S. XX

                                              


                                                    Copia de la página tractor foro activo.com
El blog Alhaurin su Historia, ha decidido recordar el Alhaurin de los años cincuenta del siglo XX,   no olvidar nuestro pasado. En  breves artículo se recreará la vida de los alhaurinos de la época.

La vida en Alhaurin transcurría como en cualquier pueblo de Málaga, trabajaban la tierra, criaban sus animales, recolectaban los cereales, cultivaban la hortaliza, recogían los frutos; practicaban “El TRUEQUE” (Cambiaban su  productos entre ellos) y se ayudaban con “EL TORNAPEÓN” (se cambiaban  jornales no corría el dinero)

Los  jornaleros del campo con una economía de subsistencia; Cazorla escribió que el 1% de la población de Málaga, era la clase alta; el 32% la clase media; y el 67% clase baja.

El término de Alhaurin con sus 72. Km2, sus fértiles tierras, infinidad de fanegas de olivos, higuerales, membrillo, vid, encinas, algarrobos. En definitiva una comunidad de minifundios, vivían felices a pesar de la escasez de algunos productos.

 No pensaron que  las máquinas revolucionaría el campo, llegó la moto azada, la cegadora, que raspaba el rastrojo  arrasaba los nidos; amarraba las gavillas, depositaba el trigo en sacos “Por fin el progreso”. Las eras empedradas rodean los pueblos dejaron de tener utilidad, lo mismo que la trilla, la criba, las medidas (media fanega), las horcas  las palas el viergo.

Tuvieron  que convertir la vereda  en camino, para que pasase la máquina. ¡Llegó el ruido  al “lugar”! A partir de ahí  Los campesinos dejaron de arrastrarse detrás del arado romano, tirado por yuntas de mulos;  ya no necesitaba la faja para proteger el riñón. Ni las alpargatas con suela de caucho que cubre la planta del  pie, amarraba con cuerdas sobre el empeine el tobillo. 

Renunciando a los leguis (Especie de media calza, hecha de cuero, que cubre la pierna hasta la rodilla) el mandil, (de cuero o tela recia, atado a la cintura, con perneras abiertas por detrás que se atan a la pierna  para resguardar el traje).

 El pañuelo de la cabeza  y el sombrero de paja lo cambiaron por  la gorra, sobraba el jocinos (hoz) la chapulina (azada) y por supuesto el arado  la vertedera. El yugo con el sudor de la caballeriza, quedó colgado en las paredes de los patios.

Pero pensándolo mejor con el dinero de la venta de animales y sus  fincas; cambiaban la cocina de leña de siempre su llares (Fogón de la cocina).y su antosta (techo desprendido por el calor) por el gas butano, y los pucheros de barro, que borbollaban (hervía) en la lumbre; por la olla a presión de acero inoxidable.
Comprendieron que las máquinas sustituirían a los animales, empezaron a venderlos o al matadero para su sacrificio, las cuadras se quedaban vacías lo mismo que las corraletas (pocilga) donde criaban el guarro (cerdo) hasta su sacrificio; las autoridades prohibieron su matanza necesitaban al veterinario. Las calles quedaban limpias de cagajones, y cagarruta.

Los campesinos se resignaron, las máquinas les habían sustituido a ellos y a sus hijos de las labores del campo, con pocas máquinas venidas de fuera  y un hombre mantenían el campo. Lo mejor  vender la finca completa  o trozos. Les quedaba emigrar ciudad, podían encontrar trabajo; se les cerraban los caminos; Empezó la emigración para familias alhaurinas.

                           Gracias a los seguidores del  blog por pasar las 40.000 visitas.
                                  1 Octubre  2017 texto Cristóbal González Ramírez